viernes, 22 de julio de 2011

Sin tiempo


Mire a donde mire, veo que se me escapa. Y no sólo de una forma. Se va por todas partes; fluye y desaparece, sin dejar nada más que el recuerdo.
Se agota, y no existe ninguna manera de recuperarlo.
No existe la lealtad.
No le debo lealtad a nada ni nadie; de igual modo que nadie me debe lealtad a mí.
Porque estamos solos, en este enorme mundo, lleno de personas, cada una con su propia vida.
Todos vivimos en realidad solos, aunque algunas personas no conocen esos límites.
Son personas a las que llegamos a admirar, personas a las que las vidas de los demás son tan importantes como la suya propia.
Al contrario de lo que es normal en esta sociedad...




Pero eso a nadie importa.
Estas palabras no importan a nadie, salvo a mí mismo.
¿Que por qué lo escribo entonces? Para sentirme bien.
Sería incluso mejor si nadie leyera esto, porque entonces podría ser realmente sincero.
Pero entonces piensas en ese par de personas que lo saben todo.
Esas personas que realmente rompen los límites comunes...
Pero esas personas no son las únicas.
Hay muchos otros que han roto esos límites con una simple sonrisa.
Y eso es tan especial como todo lo demás.

sábado, 9 de julio de 2011

Paraíso

El paraíso. 
No existe el paraíso.
No hay nada en el fin del mundo.
Vaya a donde vaya... el camino se repite una y otra vez.
Entonces...
¿Por qué siempre siento el mismo deseo?
¿De quién es esa voz que me dice: "hallarás el paraíso"?


Todos vivimos con un deseo. Hay quienes quieren dinero. Otros aprecian el ocio, el amor, la amistad...
Pero, ¿no buscamos todo lo mismo? Al fin y al cabo, lo que buscamos con todo eso es siempre lo mismo.
Encontrar la felicidad.
El paraíso no es un lugar. Al menos, no es un único lugar. Todos tenemos nuestra propia visión del paraíso. Un lugar donde ser nosotros mismos. Donde no tener la necesidad de escondernos, de reprimirnos.
Siempre pensamos en un lugar lejano. Un lugar donde poder olvidar. Pero no podemos encontrar el paraíso. No está esperándonos ahí fuera.
Por desgracia, no existe ningún lugar así. Hace mucho tiempo, desaprovechamos nuestra oportunidad de ser realmente felices, y moldeamos el mundo a nuestra medida. Le hemos dado forma a nuestra completa voluntad, sin importarnos romper los verdaderos deseos del planeta.

* * *

Quería llevarte al paraíso. 
Y... 
me has traído hasta aquí.

Muchas personas pueden llevarnos al paraíso. Esas personas son aquellas a las que siempre guardarás en tu corazón. Personas que, de algún modo u otro,tienen el don de hacerte sentir diferente, especial, brindándote un poco de su tiempo. 
Eso es muy importante. En esta sociedad hemos perdido el rumbo. Todo está perfectamente diseñado para hacer que desaparezcamos sin llamar la atención. Necesitamos amar y odiar. Todo es necesario.
En muchas ocasiones, podemos hacer mucho daño a las personas a las que realmente apreciamos. Nos equivocamos, fallamos, y defraudamos a los únicos que realmente nos importan.
Pero, como escuché una vez: se puede criticar a las personas pero seguir amándolas. Muchas veces lo único que necesitamos es una vía de escape.

* * *

¿Que no soy como yo? 
¿Qué quiere decir eso, "como yo"? 
Ni siquiera sé quién soy yo en realidad.


Podemos buscar en el exterior un lugar adonde ir. Un paraíso. Pero siempre habrá alguien allí para estropearlo. Ni siquiera hace falta que se lo proponga, somos nosotros mismos quienes les damos poder.
El amor puede ser nuestra llave a nuestro paraíso, pero también puede ser nuestra perdición.
Cuando queremos a alguien, le damos poder sobre nosotros. Un poder que esa otra persona puede utilizar.

Lo siento. Sé que he podido hacer mucho daño a otras personas con mis acciones, pero jamás nos damos cuenta de lo que hacemos hasta que es demasiado tarde.
Tal vez lo mejor sea dormir. Dormir, y buscar nuestro paraíso...